PRINCIPIOS,
OBJETIVOS Y FUNCIONES DE LA ORIENTACIÓN
Introducción
Cuando en 1968 Miller
exponía lo que consideraba «principios» de la orientación educativa, estaba más
bien indicando las características o rasgos de la orientación. Sus siete
principios eran:
La orientación es para todos
los alumnos.
La orientación ha de
dirigirse a los alumnos de todas las edades.
La orientación ha de
aplicarse a todos los aspectos del desarrollo del alumno.
La orientación estimula el
descubrimiento y desarrollo de uno mismo.
La orientación ha de ser una
tarea cooperativa en la que se compromete el alumno,
Los padres, los profesores,
el director y el orientador.
La orientación ha de
considerarse como una parte principal del proceso total de la educación.
La orientación ha de ser
responsable ante el individuo y ante la sociedad.
Principio
antropológico
En este principio subyace la
concepción que el profesional de la orientación se hace del ser humano.
Responde a preguntas como ¿quién soy yo?, ¿qué hago aquí?, ¿qué sentido tiene mi
existencia?, ¿qué tipo de persona pretendemos que llegue a ser el individuo que
estamos orientando?, ¿cuáles son las características del proceso de convertirse
en persona?, ¿cuáles son las competencias de la orientación en este proceso? La
respuesta a estas preguntas va a ser determinante de la manera en que nos
situemos ante la vida y ante nuestra profesión de orientadores. Además, va a
condicionar la forma en que eduquemos y enseñemos a los estudiantes y al
profesorado con respecto a su propia vida.
Por ello, es
importante trabajar el auto concepto, la autoestima, la revisión del proyecto
personal de vida y la búsqueda de sentido (Frankl, 2004).
Principio
de prevención
Surgido del ámbito de la
Salud Mental, el principio de prevención reclama que se intervenga antes de que
se produzca el hecho conflictivo. Conlleva una actuación anticipada, en
cualquier ámbito de la vida, con la finalidad de evitar que surjan problemas.
En la literatura al respecto se citan tres tipos de prevención, si bien, la
verdadera es aquella que se produce ante factum, es decir, antes del hecho o
suceso no deseado.
Estos
tres tipos de prevención son:
Prevención
primaria: actúa antes de que surja el problema.
Prevención
secundaria: actúa en cuanto aparece el problema.
Prevención
terciaria: actúa ofreciendo tratamiento y rehabilitación ante el
problema ya desarrollado.
La auténtica prevención, la
primaria, suele dirigirse a la población en su conjunto y tiene como objetivo
la máxima integración ecológica entre sujeto y ambiente. Conyne (1983) la caracteriza así:
Es proactiva.
Se centra en poblaciones de
riesgo.
Reduce la incidencia de una
situación.
Elimina circunstancias o
modifica condiciones ambientales.
La intervención puede ser
directa o indirecta.
Estimula la fortaleza
emocional para que la persona sepa afrontar situaciones que conllevan riesgo.
Principio
de desarrollo
Según Martínez, (1998) «el
principio de Desarrollo se fundamenta en el concepto de Desarrollo; concepto
éste que entiende la evolución del ser humano como un proceso de continuo
crecimiento, de cambios cualitativos hasta convertirlo en un ser cada vez más
complejo. Gracias a dichos cambios, la persona adquiere nuevas experiencias,
las integra y amplía, posibilitando, de este modo, el desarrollo de la
personalidad.
La educación es un medio
para el desarrollo de los individuos y de la sociedad en su conjunto, es una
palanca de progreso que debe ser activada en el seno familiar y en el escolar,
principalmente. Ahora bien, en nuestros días estamos asistiendo a un cambio
social importante: las familias están delegando cada vez más la tarea educadora
en manos de la escuela. Diversas situaciones sociales contribuyen a que se
produzca este fenómeno (incorporación masiva de la mujer al trabajo, diversidad
de estructuras familiares, falta de tiempo para compartir con los hijos…).
Gimeno
(1998: 182), la modernidad educativa está ofreciendo los
retos básicos del sistema educativo:
Reproducción o transmisión
de la cultura objetivada.
Desarrollo y consolidación
de la personalidad global dejados en manos de la escolarización.
Socialización del sujeto
dentro de un marco de valores de referencia, que le lleven a ser ciudadano
responsable y miembro activo de la sociedad.
Preparación para su
participación eficiente en tareas productivas.
Universalización de lo que
representan estos bienes en condiciones de igualdad para todos.
Principio
de intervención social
La comunidad puede
contribuir a mejorar la calidad de la educación. Para ello es preciso abrir las
puertas del centro educativo y permitir que los miembros de aquella participen
del proceso educativo. Consecuentemente, es necesario llevar a cabo un asesoramiento
comunitario (Rodríguez Romero, 2006: 59-76): «La enseñanza del respeto, del
compromiso mutuo y de la solidaridad exige que el profesorado domine modelos
pedagógicos acordes con la diversidad, el aprendizaje cooperativo, el cuidado
personal y el aprendizaje democrático. […] El asesoramiento comunitario podría
ofrecer alternativas en los tres planos vitales en los que se extiende el
aprendizaje: sentido (nos ayuda a interpretar, descodificar los mensajes de
nuestra cultura), identidad (nos ayuda a configurar una imagen de nosotros/as
mismos en relación con el género, la etnia, la nacionalidad, la cultura, la
clase social, la orientación sexual, etc.) y posibilidad (nos ofrece una imagen
de lo que podemos alcanzar en nuestro desarrollo individual y colectivamente».
OBJETIVOS
Los objetivos son el marco
de referencia y la «ayuda para desarrollar con mayor calidad y eficacia el
proceso educativo» (Zabalza, 1991: 90).
Rodríguez
Moreno (1995: 12), tras analizar una gran variedad de textos
sobre orientación, recoge los que podrían ser objetivos generales de la misma
En su listado observamos la importancia que tiene el desarrollo personal:
Desarrollar al máximo la
personalidad.
Conseguir el auto
orientación.
Conseguir el auto comprensión
y aceptación de uno mismo.
Alcanzar madurez para la
toma de decisiones educativas y vocacionales.
Lograr la adaptación y el
ajuste.
Conseguir un aprendizaje
óptimo en los años de la escolaridad.
Combinaciones de cualquiera
de los puntos anteriores.
En diversos documentos, el MEC propone los siguientes objetivos de
la acción orientadora en relación con los distintos destinatarios:
a) Contribuir a la
personalización de la educación, a su carácter integral, favoreciendo el
desarrollo de todos los aspectos de la persona concreta.
b) Ajustar la respuesta
educativa a las necesidades particulares del alumnado mediante las oportunas
adaptaciones curriculares y metodológicas.
c) Orientar a los alumnos en
la vida y para la vida, atendiendo a los contextos en los que viven y al futuro
que habrán de enfrentar.
d) Favorecer los procesos de
madurez personal, de desarrollo de la propia identidad y sistema de valores.
e) Prevenir las dificultades
de aprendizaje y evitar fenómenos de abandono, fracaso e inadaptación escolar.
f) Contribuir a la adecuada
relación e interacción entre los distintos integrantes de la comunidad
educativa..., así como entre la comunidad educativa y el entorno social, asumiendo
el papel de mediación y, si hace falta, de negociación ante los conflictos o
problemas que puedan plantearse entre esos distintos integrantes.
FUNCIONES
Ofrecemos aquí la
clasificación de las funciones de la orientación que Morrill, Oetting y Hurst (1974)
expusieron en un artículo ya clásico, citado por Bisquerra (1998:47), en el
cual destacan tres categorías de la intervención:
A.
Objetivo de la intervención: a quién se dirige la acción orientadora:
1. Individuo: los clientes
son atendidos individualmente.
2. Grupos primarios:
familia, pareja, amigos íntimos.
3. Grupos asociativos:
clase, claustro, compañeros, clubes.
4. Instituciones o
comunidades: centro, barrio, ciudad.
B.
Finalidad de la intervención: según ésta distinguimos tres tipos:
1. Terapéutica: intervención
en las dificultades en la relación interpersonal y social, desde una
perspectiva remedial o correctiva.
2. Preventiva: intervención
con objeto de evitar problemas futuros.
3. De desarrollo:
intervención para optimizar el crecimiento personal en todos los aspectos.
C.
Métodos de intervención: dependiendo de cómo se realice la intervención:
1. Intervención directa:
relación directa con el sujeto (vis a vis).
2. Consulta y formación:
medios con los que se puede influir en la población, ya sean directos o
indirectos y, por tanto, a través de profesionales y para profesionales afines.
3. Medios tecnológicos: mass
media (vídeo, TV, radio, informática, redes telemáticas, etc.), es decir, lo
que se denomina nuevas tecnologías de la comunicación y de la información.
Estos medios permiten mejorar y extender la influencia de la orientación.
Álvarez González (1995),
considera que, en la orientación profesional las principales funciones son:
Función de organización y
planificación.
Función de diagnóstico.
Función de información y de
formación.
Función de ayuda para la
toma de decisiones.
Función de consejo.
Función de consulta.
Función de evaluación e
investigación.
Por último, otro de los
autores recogidos por Bisquerra (1998)
es Riart Vendrell (1996), quien, a través del estudio de la literatura al
respecto, realiza una reflexión y clasificación de funciones generales de la
orientación, estructurando cada una de ellas en torno a las preguntas ¿en qué consiste?,
¿a quién se dirige?, y ¿cómo se ejerce? La propuesta que realiza de las
funciones es la siguiente:
Función de asesoramiento,
comprende aquellas actividades encaminadas, en un sentido amplio, al proceso de
ayuda de las personas, grupos e instituciones.
Función de consulta,
consistente en pedir parecer u opinión a una persona.
Función de coordinación, o
de gestión colaborativa y participativa.
Función de diagnóstico
psicopedagógico de alumnos, grupos e instituciones.
Función de evaluación,
actuaciones que permiten ajustar gradual y progresivamente la acción
orientadora a las características y necesidades de los alumnos, grupos e instituciones;
o bien, la determinación del cumplimiento de intenciones previas.
Función de formación, invade
el tiempo de actuación o interrelación de los agentes orientadores y de los
destinatarios potenciales.
Función de información,
transmisión de datos, conceptos, actitudes, normas.
Comentario
La orientación puede ser entendida
como un proceso de ayuda sobre las personas, en la toma de consciencia de sí
mismo, de los demás y del entorno que lo rodea; está regida por principios fundamentales
para su ejecución y educación de la personalidad.
La orientación tanto sus
principios, objetivos y funciones, actúan conforme al individuo es y se
identifica ante la sociedad.
El orientador debe tener un
perfil académico y profesional que es los conocimientos, las habilidades,
actitudes, actividades creativas, etc., que deben permitir y crear una ambiente
de aprendizaje para determinar un cambio social.
Es evidente que el
orientador es un profesional que combina conocimientos y habilidades de los
campos de la psicología y la educación y que requiere de una preparación
profunda en este campo.
La Orientación, la
intervención en educación en general, son pues actividades profundamente
ligadas a valores. La Orientación Educativa tiene pues un carácter, ya que bien
de forma explícita o implícita siempre hay debajo una determinada opción
ontológica, antropológica y axiológica radicalmente incompatible con ese
pretendido carácter neutral que muchos creen ver en los procesos educativos y
formativos.
Por otra parte, este curso
de la Orientación, normalmente conocemos nuestra realidad para intentar
resolver la problemática actual, en cuanto más nos inspira en una nueva
concepción diferente de la vida basada
en la disciplina o en la consideración de que los seres humanos, somos seres
enormemente complejos y multidimensionales, y que nuestros problemas no son
reductibles a estrategias lineales de estímulo-respuesta se puede decir, sino a
modos de intervención de un sistema educativo.